miércoles, 29 de agosto de 2012

Epi y epito compañeros en el tiempo: La batalla vs la oscuridad


CAPÍTULO 5 ¿ES ESTO EN REALIDAD EL PASADO?

Epito:- ¿Y sólo por un mísero cable no te crees que esto sea el pasado?

Epi:- Exacto.

Epito:- Epi, a veces, no hay quien te entienda.

Epicun:- ¡Hey guapa!

Chica:- ¿Mm?

Epicun:- ¿Cómo estás? Hala que White Berry más guay, aunque en tu caso sería mejor “Pink Berry”

Epi le echó a Epito una mirada como diciendo “¿Decías?” o “¿Dudabas de mí?”.

Epito:- Vale, lo admito, es muy raro.

Epi:- Vale. Y ahora, busquemos dónde alojarnos, antes que anochezca.

En la recepción de un hotel…

Epi:- ¡Dame la habitación más barata que tengas!

Recepcionista:- Muy bien. A ver… Mire, es esta.

Epi:- ¡Guau! ¡Qué lujazo!


Recepcionista:- ¿¡De veras os parece un lujazo!? Todo el mundo que la ve dice que es hortero y feo…

Epi:- ¿Ah, sí? ¿Cuánto cuesta?

Recepcionista:- Mire, usted me ha alegrado el día, así que os haré un descuento: Pasa de 600 pavos a 1 pavo incluso gratis. Pasen, señores.

Epi susurró a su familia:

Epi:- Menos mal que he dicho “LA MÁS BARATA QUE TENGAS

Aquella noche, Epito no podía dormir. Muchas preguntas giraban en su confundida cabeza: “¿Por qué está Jonito aquí? ¿Por qué no nos avisó previamente que iba a venir aquí? ¿Por qué no nos dice cómo narices ha llegado hasta aquí? ¿Estará poseído? ¿Esto es Epilándia en el pasado? ¿Es esto Epilándia? ¿Por qué nadie conoce a los osos k? ¿Por qué los habitantes locales no son epis? ¿Por qué hay artilugios modernos pero la gente va vestida con trapos? ¿Por qué nos han tomado por muñecos? ¿Qué significará la marca Nitarevasavení, que fabrica osos de peluche?”

Epito:- Lo que más rabia me da es que no sepan nada de los “temibles” osos k del infierno. ¿Y Nitarevasavení, la marca de osos? Espera… Ni-ta-revas-a-vení… ¡Patata (manera de decir ya lo sé de los epis) es un juego de palabras! A ver…

Epito cogió una hoja y un boli y se puso a hacer combinaciones.

Epito: ¡Ya está! “Ni te atrevas a venir” es el nombre de verdad de la marca, solo que lo han deformado para esconder algo en su fábrica. ¿Qué será?

Entre gloria y dudas, Epito se durmió sentado en el escritorio de la habitación, y entonces, empezó a llover.

No hay comentarios:

Publicar un comentario